lunes, 21 de septiembre de 2009

Introducción

Cuando uno piensa en Sierra Leona, así como en muchos de los países de África, automáticamente aparecen imágenes de gente de color con las facciones marcadas por el hambre, la sed y el sufrimiento.
Lamentablemente la realidad de estas personas es y fue durísima, aunque muchas veces más de lo que podemos llegar a imaginar.
En este rincón del mundo, sus habitantes no sólo sufren con respecto al hambre o la sed y demás necesidades físicas. Sino que, por encima de todo, sufren día a día la guerra, el no saber si serán capaces de sobrevivir un día más, o el destino que le depara a sus familias. Viven en una guerra constante, en un mundo de desigualdad, injusticia y corrupción. En ese ámbito, naturalmente, resulta casi imposible encontrar esperanzas para seguir.
Por otro lado, las bestialidades llevadas a cabo en este pequeño país son inmensas, así como la falta de educación y de diversos servicios. Pero por encima de esto, se ha llegado a un punto de inhumanidad en que los niños son utilizados como soldados para participar en la guerra. Los adultos abusan de su inocencia y de sus estados de horfandad o necesidad y se los "apropian" para reclutarlos y explotarlos de diferentes formas. Además, para lograr sus objetivos, suelen drogarlos y lavarles el cerebro, y consiguen que ellos cometan actos que los marcarán por el resto de sus vidas y de los que nunca podrán olvidar.
En esta monografía, intentaré describir la situación de los niños soldados enfocado en un país hundido en la miseria y en la guerra civil, donde el caos, la desesperación y la violencia abundan como en ningún otro lugar. Trataré de buscar las causas por las que se llegó a tal abuso de la infancia, en donde describiré la situación de Sierra Leona desde los principios, así como el origen de la guerra civil. También serán expuestas las consecuencias de haber sido niño soldado, las marcas que quedan en ellos, y las posibles y distintas formas de salir adelante, aún habiendo vivido en el infierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario